Academia Chilena de Medicina aprueba la Telemedicina y propone analizar y mejorar los factores de riesgo.

A pesar de que su existencia precede a la pandemia, hoy la Telemedicina se ha extendido, pasando a ser usada no solo en casos de distancia geográfica sino también en consultas generales, optimizando el tiempo y costos de traslados. La consulta a través de la pantalla llegó para quedarse, sin embargo, requiere de un análisis e investigación más agudo para poder mejorar los factores de riesgo y explotar sus beneficios. El tema fue ampliamente analizado en una conferencia privada realizada por el Dr. Fernando Novoa, Miembro Honorario de la Academia y miembro del Comité de ética del Colegio Médico.

En la prensa con frecuencia se publica la difícil situación de algunos enfermos que viven en regiones apartadas de las grandes ciudades del país y que no cuentan con el especialista que requiere su situación de salud. Una alternativa para atenuar en algo está realidad difícil de resolver por la falta de especialistas es la Telemedicina, la pregunta: ¿Es una herramienta segura y sin riesgos?

La TM plantea riesgos de confidencialidad, de errores de diagnóstico, de mercantilismo, de sustitución de pacientes, por lo tanto, requiere de protocolos y regulaciones que definan con claridad el ámbito y limitaciones de su aplicación. Los miembros de la Academia coinciden en que una primera consulta debe ser presencial, y claro, hay especialidades y situaciones en que es necesario el encuentro en persona entre médico y paciente. En líneas generales debe ser considerada como un complemento y no un sustituto de la manera de tradicional de atender “cara a cara” a los enfermos.

Algunos puntos beneficiosos de la TM son la posibilidad de asesorar y monitorear a distancia enfermedades endocrinas, cardiovasculares y respiratorias, hacer seguimientos de tratamientos y revisiones de exámenes, lo que permite descongestionar los centros de salud y reducir los costos del sistema. La Academia Chilena de Medicina hace un llamado a no olvidar que el centro ético debe ser el bien del paciente y es por eso que propone investigar esta forma de atención médica para poder establecer sus márgenes y límites.

Las ventajas de esta tecnología son mejorar el acceso a la atención sanitaria, incrementar el grado de satisfacción de los enfermos, reducir a un mediano plazo los costos del sistema, mayor facilidad y rapidez de comunicación e intercambio de información sin necesidad de estar solicitando hora para la atención en las oficinas administrativas respectivas.

Con estas consideraciones este instrumento debe ser estimado como un valioso recurso que viene a sumarse a los actuales disponibles para las acciones sanitarias.

De acuerdo a normativas internacionales cuando se practica la telemedicina el médico debe respetar las siguientes normas éticas:

Relación Médico-Paciente y Confidencialidad

La relación médico-paciente debe estar basada en un encuentro personal y conocimiento suficiente del historial personal del paciente. La telemedicina debe ser utilizada principalmente en situaciones en las que el médico no puede estar presente físicamente en un momento seguro y aceptable. Idealmente, la telemedicina debe utilizarse sólo en casos en los que exista una relación personal previa entre el paciente y el médico que organiza o proporciona el servicio de telemedicina. El médico debe buscar asegurarse que la confidencialidad del paciente y la integridad de la información no estén comprometidas. La información obtenida durante una consulta tele médica debe asegurarse por medio de un criptado y deben tomarse otras medidas de seguridad para evitar el acceso de personas no autorizadas.

Responsabilidades del Médico

El médico al que se le pide su opinión a través de la telemedicina debe mantener un registro detallado de los consejos que entrega, como también de la información recibida en la cual basó su consejo. El médico debe tratar de asegurarse que el paciente haya comprendido el consejo y las sugerencias de tratamiento entregadas y que se garantice la continuidad de la atención. El médico que pide a otro médico consejo o una segunda opinión es responsable del tratamiento y de otras decisiones y recomendaciones dadas al paciente. El médico debe estar preparado a recomendar un contacto directo médico-paciente cuando estime que la situación lo requiere.

Calidad de la Atención

Se deben utilizar regularmente medidas de evaluación de la calidad para asegurar el mejor diagnóstico y prácticas de tratamiento posibles en la telemedicina.

Finalmente, se debe tener presente las mismas obligaciones éticas con la telemedicina que siempre se han considerado en el cuidado de los pacientes atendidos de manera tradicional. Si se procura mantener una buena relación médico-paciente, proteger la privacidad de ellos, promover la equidad en el acceso a la consulta y al tratamiento buscando los mejores resultados posibles, la telemedicina puede mejorar la práctica médica y la atención sanitaria, en particular a los que viven en sitios alejados del centro médico. Además, informar a los usuarios sobre las limitaciones de los servicios que se prestan a través de la telemedicina asegurando a los enfermos una atención de seguimiento.

Finalmente. se debe estimular a los pacientes a informar a su médico tratante cuando hayan recibido la atención de un proveedor de tele salud.

VER CONFERENCIA.